“Agua Viva” de Clarice Lispector

“Agua Viva” de Clarice Lispector No me gusta lo que acabo de escribir; pero estoy obligada a aceptar todo el párrafo porque él me ha ocurr...

“Agua Viva” de Clarice Lispector

No me gusta lo que acabo de escribir; pero estoy obligada a aceptar todo el párrafo porque él me ha ocurrido.

Lispector, en esta novela, hace hincapié en el presente como instante, en el tiempo, podría decir que es el hilo conductor “débil” de la obra; ya que “Agua viva” es como una antología de inmersiones sobre la vida y la muerte, el “it”, el “es”, Dios, la escritura, el hablar, el instante-ya, el pintar, etc. Y ella misma nos dice que no la leamos, sino que la escuchemos con todo el cuerpo, y creo que así podemos incluirle nuestro propio sentido a la obra, entonces Lispector se nos convierte en una cierta fuente a la imaginación. Nos abre al juego del pensamiento por nuestra cuenta, y por ese mismo camino nos deja jugar con el tiempo.

A lo largo de las obras de Clarice se va debilitando la narrativa y despoja muchísimas veces a sus personajes de una historia que contar: la protagonista de Agua Viva no nos cuenta cosas que le suceden, esta es la forma de hacer de sus personajes algo indescifrable, lo que nos cuentan sus personajes son instantes-ya esenciales, pero ¿esenciales para quién? No para un gran suceso, no para una intrincada historia, no para un devenir importante de acontecimientos, yo creo que son instantes esenciales para la vida en sí misma, para esa vida que se puede acabar en cualquier momento, por eso Lispector reta tanto a la muerte, porque es incierta y es tan íntima con la vida que por eso nos deja con la impresión de que la vida es algo insistente y que está por todos lados, es algo que está sometido a los instantes del ahora: al instante siguiente puede desaparecer.

Y ese último instante no es más que cualquiera. Por eso creo que muchas veces Lispector asocia un adjetivo “negativo” a las cosas que se supone que son buenas, como la felicidad (diabólica); las conecta con su lado sangriento por la incertidumbre que le supone la obligación de vivir a instantes, con el miedo palpitando en cada “se-es”, ella misma nos dice que quizá en la muerte el último instante sea forzoso, que quizá ella intente vivir más.

BIBLIOGRAFÍA

Lispector, Clarice. Agua Viva (Água Viva), 1973, Madrid, Siruela, 2002