Controla tus emociones por medio de la comida.
¿Alguna vez has sentido la necesidad de aliviar una emoción o alguna molestia con algo para comer, pero a veces no te funciona y terminas sintiéndote peor? Pues ello se debe a que no todos los alimentos te sirven de la misma manera. Aquí te ofrezco unos pequeños consejos para optimizar la manera en la que manejas tus tensiones con la comida
Estrés: La más típica de las tensiones humanas. Pues bien, no te preocupes, porque con tan sólo un puñado de almendras tendrás posibilidades de reducir el estrés. Las almendras (y otros alimentos como los cereales, la soja, el sésamo y el cacao) son ricas en magnesio. El estrés aminora el nivel de magnesio en el organismo y deteriora el estado de las paredes arteriales (en casos extremos, la deficiencia de este mineral puede causar arritmias y taquicardias).
Algunas personas no gustan de las almendras, por lo que personalmente os recomiendo una buena taza de chocolate, ya que restaurará tus niveles de magnesio y a la par recargará la energía que perdiste estresándote.
Ansiedad: Lo que puedes comer para aliviar la ansiedad y enfocarte, digamos, para un examen, una entrevista de trabajo o una conferencia; es un bocadillo de bistec de ternera a la plancha, o cualquier preparación de carne de ternera. Si, como yo, no tienes carne de ternera a la mano, bien puedes ir a por cualquier tipo de carne, ya que las carnes (la ternera en particular) son muy ricas en fenilanina, un aminoácido que el organismo transforma en norepinefrina y dopamina (no te compliques con los nombres, son neurotransmisores, que por tanto, intervienen en la actividad nerviosa), que te ayudarán a mantenerte alerta.
Inseguridad: Cuando tus niveles de confianza en ti mismo parecen disminuir, trátalo con una chocolatina. Las chocolatinas, como vosotros sabéis, están hechas a base de cacao, el cacao contiene anandamina y feniletilamina, sustancias que te producen placer y mejoran tu lucidez mental.
Desconcentración [Estás despistado y olvidas las cosas]: Tu comida para este caso son unos copos de avena con frutos rojos, o piña cortada a dados. [¿Por qué cortada? Bueno, no te la comerías entera, ¿o sí?] Las frutas y verduras coloridas contienen antioxidantes (relaciona los antioxidantes con las propagandas que ves y oyes todo el tiempo sobre productos como los yogurts y los jugos naturales que contienen antioxidantes y que hacen maravillas en tu cuerpo porque minimizan el envejecimiento celular) que te ayudarán a luchar contra los radicales libres que desgastan tu memoria
Inquietud [No vas a poder dormir esta noche]: Cómete unas galletas media hora antes de ir a la cama. Al consumir hidratos de carbono, estimulamos la secreción de insulina. Esta hormona provoca que los músculos capturen más aminoácidos, pero respetando al triptófano, una sustancia que favorece el sueño y reduce la tensión, la ansiedad y la depresión.
Depresión: No te diré tanto que comer, sino que NO comer: NO comas dulces, evítalos a toda costa, porque, aunque elevan la producción de serotonina (relaciona este neurotransmisor con la inhibición del enfado y la agresión, con el humor y el sueño), lo hacen a corto plazo, y provocan luego un brusco descenso de esta sustancia en tu cuerpo, lo que empeorará tus síntomas. Mejor, date gusto con un salmón a la plancha o un sushi. Un reciente estudio finlandés ha demostrado que las personas que consumen pescado habitualmente tienen un 31% menos de probabilidades de sufrir depresiones.
Sin embargo, por experiencia propia, a veces todo no es tan físico-químico como creemos, ya que, por ejemplo, si tú vendes la idea a ti mismo de que un trozo de bocadillo te hará sentir más animado, tu cuerpo también lo va a creer, ya que le estás diciendo a tu sistema, incluso antes de comerte algo, lo que ese alimento va a provocar en ti, y tu cuerpo se convence de ello. Así funciona el efecto placebo. Aunque, por otro lado, creo que los trucos que os acabo de dar serán muy útiles y son más efectivos que una creencia, ya que una aspirina te alivia el dolor eficazmente, quizá tu mente no sea tan poderosa.
Fuente: MensHealth.es
Estrés: La más típica de las tensiones humanas. Pues bien, no te preocupes, porque con tan sólo un puñado de almendras tendrás posibilidades de reducir el estrés. Las almendras (y otros alimentos como los cereales, la soja, el sésamo y el cacao) son ricas en magnesio. El estrés aminora el nivel de magnesio en el organismo y deteriora el estado de las paredes arteriales (en casos extremos, la deficiencia de este mineral puede causar arritmias y taquicardias).
Algunas personas no gustan de las almendras, por lo que personalmente os recomiendo una buena taza de chocolate, ya que restaurará tus niveles de magnesio y a la par recargará la energía que perdiste estresándote.
Ansiedad: Lo que puedes comer para aliviar la ansiedad y enfocarte, digamos, para un examen, una entrevista de trabajo o una conferencia; es un bocadillo de bistec de ternera a la plancha, o cualquier preparación de carne de ternera. Si, como yo, no tienes carne de ternera a la mano, bien puedes ir a por cualquier tipo de carne, ya que las carnes (la ternera en particular) son muy ricas en fenilanina, un aminoácido que el organismo transforma en norepinefrina y dopamina (no te compliques con los nombres, son neurotransmisores, que por tanto, intervienen en la actividad nerviosa), que te ayudarán a mantenerte alerta.
Inseguridad: Cuando tus niveles de confianza en ti mismo parecen disminuir, trátalo con una chocolatina. Las chocolatinas, como vosotros sabéis, están hechas a base de cacao, el cacao contiene anandamina y feniletilamina, sustancias que te producen placer y mejoran tu lucidez mental.
Desconcentración [Estás despistado y olvidas las cosas]: Tu comida para este caso son unos copos de avena con frutos rojos, o piña cortada a dados. [¿Por qué cortada? Bueno, no te la comerías entera, ¿o sí?] Las frutas y verduras coloridas contienen antioxidantes (relaciona los antioxidantes con las propagandas que ves y oyes todo el tiempo sobre productos como los yogurts y los jugos naturales que contienen antioxidantes y que hacen maravillas en tu cuerpo porque minimizan el envejecimiento celular) que te ayudarán a luchar contra los radicales libres que desgastan tu memoria
Inquietud [No vas a poder dormir esta noche]: Cómete unas galletas media hora antes de ir a la cama. Al consumir hidratos de carbono, estimulamos la secreción de insulina. Esta hormona provoca que los músculos capturen más aminoácidos, pero respetando al triptófano, una sustancia que favorece el sueño y reduce la tensión, la ansiedad y la depresión.
Depresión: No te diré tanto que comer, sino que NO comer: NO comas dulces, evítalos a toda costa, porque, aunque elevan la producción de serotonina (relaciona este neurotransmisor con la inhibición del enfado y la agresión, con el humor y el sueño), lo hacen a corto plazo, y provocan luego un brusco descenso de esta sustancia en tu cuerpo, lo que empeorará tus síntomas. Mejor, date gusto con un salmón a la plancha o un sushi. Un reciente estudio finlandés ha demostrado que las personas que consumen pescado habitualmente tienen un 31% menos de probabilidades de sufrir depresiones.
Sin embargo, por experiencia propia, a veces todo no es tan físico-químico como creemos, ya que, por ejemplo, si tú vendes la idea a ti mismo de que un trozo de bocadillo te hará sentir más animado, tu cuerpo también lo va a creer, ya que le estás diciendo a tu sistema, incluso antes de comerte algo, lo que ese alimento va a provocar en ti, y tu cuerpo se convence de ello. Así funciona el efecto placebo. Aunque, por otro lado, creo que los trucos que os acabo de dar serán muy útiles y son más efectivos que una creencia, ya que una aspirina te alivia el dolor eficazmente, quizá tu mente no sea tan poderosa.
Fuente: MensHealth.es
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