Henri Bosco. Fragmentos, frases, citas.
"No hay duda de que en ese tiempo singular de mi juventud, lo que viví creí soñarlo, y lo que soñé, creí vivirlo. [...] A menudo esos dos mundos (el de lo real y el del sueño) me compenetraban y creaban a mis espaldas un tercer mundo equívoco entre la realidad y el sueño. A veces, la realidad más evidente echaba cimientos en las brumas, en tanto que una ficción de una rara extravagancia iluminaba el espírítu, volviéndolo maravillosamente sutil y lúcido.
Entonces las vagas imágenes mentales se condensaban tanto que hubiéramos creído poder tocarlas con el dedo. Los objetos tangibles, por el contrario, se convertían en sus propios fantasmas y yo estaba próximo a creer que era posible pasarles a través, tan fácilmente como atravesamos los muros cuando se circula en sueños. Cuando todo volvía al orden, yo no recibía otro signo que una repentina y extraordinaria facultad de amor por los ruidos, las voces, los perfumes, los movimientos, los colores y las formas, que de pronto se volvían perceptibles de otra manera y con una presencia sin embargo familiar que me maravillaba"
Henri Bosco, L'antiquaire, p. 143. Citado en La poética de la ensoñación. Gastón Bachelard. Fondo de Cultura Económica. Traducción de Ida Vitale. 1982, págs 242-243.
"Perdido sobre los estanques pronto tenía la ilusión de encontrarme, no ya en un mundo real, compuesto de limo, de pájaros, de plantas y de arbustos vivaces, sino en medio de un alma, cuyos movimientos y calmas se confundían con mis variaciones interiores. Y esta alma se me parecía. En ella mi vida mental superaba fácilmente mi pensamiento. No se trataba de una evasión [...] sino de una fusión interior"
Henri Bosco, Hyacinthe, Gallimard, París, p. 28. Citado en La poética de la ensoñación. Gastón Bachelard. Fondo de Cultura Económica. Traducción de Ida Vitale. 1982, pág. 297.
Entonces las vagas imágenes mentales se condensaban tanto que hubiéramos creído poder tocarlas con el dedo. Los objetos tangibles, por el contrario, se convertían en sus propios fantasmas y yo estaba próximo a creer que era posible pasarles a través, tan fácilmente como atravesamos los muros cuando se circula en sueños. Cuando todo volvía al orden, yo no recibía otro signo que una repentina y extraordinaria facultad de amor por los ruidos, las voces, los perfumes, los movimientos, los colores y las formas, que de pronto se volvían perceptibles de otra manera y con una presencia sin embargo familiar que me maravillaba"
Henri Bosco, L'antiquaire, p. 143. Citado en La poética de la ensoñación. Gastón Bachelard. Fondo de Cultura Económica. Traducción de Ida Vitale. 1982, págs 242-243.
"Perdido sobre los estanques pronto tenía la ilusión de encontrarme, no ya en un mundo real, compuesto de limo, de pájaros, de plantas y de arbustos vivaces, sino en medio de un alma, cuyos movimientos y calmas se confundían con mis variaciones interiores. Y esta alma se me parecía. En ella mi vida mental superaba fácilmente mi pensamiento. No se trataba de una evasión [...] sino de una fusión interior"
Henri Bosco, Hyacinthe, Gallimard, París, p. 28. Citado en La poética de la ensoñación. Gastón Bachelard. Fondo de Cultura Económica. Traducción de Ida Vitale. 1982, pág. 297.
COMENTARIOS